Yo recuerdo que por allá por el año 1993, la empresa CANTV
fue privatizada. Habían pasado un montón de años durante los cuales esta
empresa era un monopolio del Estado venezolano, estaba endeudada con todas las
operadoras internacionales, daba unas pérdidas cuantiosas año tras año, se
hacía publicidad en radio y televisión para que los venezolanos usaran
racionalmente el teléfono, porque, con cada llamada, la empresa perdía dinero (!)
y en las encuestas nacionales aparecía
como la empresa oficial de peor imagen pública (incluso peor que el IMAU, el
Instituto recolector de basura!).
Al ser vendida a un consorcio privado, este emprendió una
serie de inversiones en tecnología y le
asignó a Leo Burnett-Venezuela la cuenta publicitaria para que se encargara de
mejorar la imagen de la empresa (tanto internamente como hacia el público). En
ese momento, CANTV tenía alrededor de 24.000 empleados, es decir, que si
consideramos un promedio de 5 personas por empleado, uno de cada 200
venezolanos dependía de esa empresa.
Uno de los problemas más graves que se encontró la empresa
publicitaria fue la pobre cultura corporativa interna y el pésimo clima organizacional, hasta tal punto que, al
idear una campaña en la cual empleados de CANTV grabaran testimoniales para
comunicarles a sus compañeros los
cambios que se estaban emprendiendo, no se encontraba a ningún empleado que quisiera
“rayarse” de esa manera (!).
Así estaban las cosas cuando fue contratado como Gerente de
Comunicaciones, mi amigo, el Lic Álvaro Benavides La Grecca, quien pidió a la Agencia la
producción de un audiovisual para abrir una reunión -tipo convención- que se planificó en el Hotel Maremares
(Lecherías) con la asistencia de los gerentes de CANTV a nivel nacional. Yo, en
ese momento, era el Director General de Producción de Leo Burnett y elaboramos un audiovisual, que idearon los excelentes creativos de la
Agencia, el cual comenzaba con las luces apagadas y en una enorme pantalla
aparecía un auricular, de los teléfonos de la época, y se oía un tono
telefónico tuuuuuu.., de repente, una voz impresionante
decía: “Si usted cree que trabaja para
una compañía de teléfonos, se equivoca!” y acto seguido, un intenso bombardeo de
imágenes acompañadas de una música estremecedora y salpicada de frases contundentes
del locutor diciendo: “Usted trabaja para
la Educación de su país!”, “Usted trabaja para la Defensa Nacional!”, “Usted
trabaja para la Salud Alimentaria de nuestro pueblo!”, y así siguió durante
7 minutos hasta que, al final, el locutor decía: “Usted trabaja para CANTV, la Empresa de Telecomunicaciones de
Venezuela!”.
Lo interesante de este cuento es que, cuando se prendieron
las luces, una gran cantidad de los 400 Gerentes que estaban en la sala, algunos
de ellos con 10, 20 ó 30 años en la Empresa, ESTABAN LLORANDO! Porqué? Porque, por primera vez en su vida alguien les
decía para qué trabajaban! Por primera vez entendían el SIGNIFICADO de su trabajo!
Porque por primera vez, sus esfuerzos
del día a día no significaban solamente un “quince y último”, sino que su trabajo trascendía!
Y eso, queridos amigos, es algo muchísimo
más importante para un trabajador que el dinero!
Nosotros, Líderes, Gerentes, Supervisores, tengamos esto en
cuenta; nosotros tenemos, como parte importante de nuestra responsabilidad, el asegurarnos que, en el proceso de inducción a los nuevos colaboradores y en el proceso
de capacitación de los que ya son parte de la Empresa, no nos limitemos a
entrenarlos para que realicen bien sus tareas, hagamos que entiendan el
SIGNIFICADO de su trabajo, es importante que comprendan qué significa su trabajo para el resto de sus compañeros, cómo contribuye su labor en el logro de los objetivos y qué significan sus esfuerzos para la sociedad! Hagan que comprendan el SIGNIFICADO de sus
acciones y el SIGNIFICADO de su vida; Y
entonces, sólo entonces, esas personas respetarán su trabajo porque se respetarán a sí mismas, su auto-estima subirá, tendrán un
verdadero sentido de pertenencia, harán un trabajo
de altura y se podrán elevar hasta su máximo potencial!
Hermoso relato amigo Quico, pero mejor aun es el trasfondo de la historia. Entender el significado de lo que uno hace no solo le da sentido a nuestra rutina, sino también potencia e inspira para hacer con mayor eficiencia nuestro trabajo. Gracias por compartir tus inspiradoras historias.
ResponderBorrarQuicoooo, tenia dos días intentando escribir mi comentario! Al finn!!!!!
ResponderBorrarComo siempre un placer leerte, la forma como detallas "el valor" del SIGNIFICADO; concepto ademas que desde mi juicio podemos adoptar para cualquier área de nuestra vida. Saber el por qué y para qué?...de lo que somos, pensamos y hacemos, es una buena técnica para conquistar todo aquello que soñamos!
Claro! Cuando uno trata de entender qué hace aquí, cuando un se pregunta cuál es la justificación de nuestra presencia en este mundo, cuando uno se pregunta si nuestra familia, nuestros amigos,,, estarían mejor sin uno o si nuestra presencia ayuda en algo, entonces el significado de la vida cambia!
BorrarHola Quico!....me encanto leer este articulo, y me hizo releer algunos otros de tu excelente Blog.....abrazos y me sigo alimentado de tus buenos articulos..
ResponderBorrarLuis Alfredo Andarcia
Hola Quico, me encanta tu blog y la manera como escribes y relatas temas tan interesantes. recibe un fuerte abrazo.
ResponderBorrarMerli González