El Servicio al Cliente tiene aristas sorprendentes, no cuesta nada y tiene resultados imprevistos y maravillosos.
Yo soy un fiel creyente de la magia de la Regla de Oro: "Trata a los demás como quisieras que te trataran a ti... si tú estuvieras en esa situación", pero yo formulé la Regla de Oro del Servicio al Cliente: "Trata a los Clientes como cada uno de ellos desea ser tratado... en cualquier situación"
Yo recuerdo hace unos años, estábamos mi esposa Lony y yo en la caja de una de nuestras perfumerías, era víspera de Navidad, la tienda estaba full, todas las consultoras estaban ocupadas atendiendo clientes, la gente estaba con esa locura pre-navideña. comprando regalitos de última hora, con ese apuro que proviene de nuestra colectiva falta de planificación que nos lleva a todos los venezolanos a dejar todo "para última hora". De repente, en la puerta de la tienda aparece una señora, con una actitud que reflejaba una condición socio-económica precaria, con un lenguaje corporal que gritaba a los cuatro vientos su baja auto-estima y su bajo nivel de merecimiento.
Pero era una cliente, y mi esposa salió de la caja y se apresuró a atenderla y, al preguntarle, con una bella sonrisa, en qué podía servirle, que qué estaba buscando, la señora inmediatamente dijo: "No, nada, todo esto es muy caro para mí". Lony insistió, le ofreció un Ponche Crema, una bebida que nos gusta ofrecer en los días navideños, y la señora, con un poco más de confianza, le dijo que estaba buscando un regalito para su hermana, el cual quería mandarle con su sobrina que había pasado unos días con ella y se volvía a Valencia, donde vivía con su mamá, pero, insistía que no tenía mucho dinero y que todo lo que veía le parecía muy caro. Lony la invitó a pasear por la tienda, revisando algunos productos y sus precios hasta que al cabo de un rato encontraron un gel de baño bastante económico, la cliente lo olió y le encantó. Fueron a la caja, le ofrecimos un descuento sustancial, la señora lo pagó, Lony se lo introdujo en una bolsita, le puso un adorno con papeles de seda y le colocó una tarjetica de esas que dicen De__ y Para___ , le escribió, con una bella letra, el nombre de la cliente y el de su hermana, y la señora salió encantada de la tienda con una sonrisa que no le cabía en la cara.
Tan pronto salió, un señor que estaba sentado, leyendo una revista y esperando a su señora que estaba siendo atendida por una de las consultoras de belleza de la tienda, se paró, se dirigió a la caja, me preguntó, visiblemente emocionado, si podíamos tomarnos un trago juntos mientras su esposa compraba y, sin esperar repuesta, se dirigió a mi esposa y le dijo: "Permítame felicitarla por la manera como usted atendió a esa señora, yo la vi cuando se asomó a la puerta de la tienda y pensé que no iba a ser atendida, pero usted me sorprendió, y permítame decirle que, a través de su trato hacia ella, yo me sentí bien atendido".
A mí me encanta esta historia y te invito a que nos escribas tu historia, cualquier anécdota, algo que te haya pasado, o que hayas presenciado, que haya marcado una diferencia a través del Servicio.
Quico Salazar
Life Coach
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