30/7/13

YO TENGO UN SUEÑO




      Un sueño en que la gente de mi país quiera prepararse y crecer para ser mejores ciudadanos y las empresas creen un ambiente sano y fértil para que todos sus integrantes se eleven hasta su máximo potencial.

      Un sueño en que todos recibamos a propios y extraños con amabilidad y con una sincera cordialidad.

      Un sueño de que en este país, nuestro país, los valores sean más importantes en nuestra vida que el amasar dinero, donde la palabra empeñada sea de nuevo más importante que un contrato.

      Un sueño en que todos le encontremos significado a nuestras vidas y queramos trascender positivamente.

      Un sueño de vivir, y que nuestra hija viva, en un país unido, que tenga un objetivo común. Y si para lograrlo, todos tenemos que ceder, pues hagámoslo  para vivir en paz!

      Yo… tengo ese sueño ! 

      Y espero que ustedes lo compartan conmigo !


Quico Salazar         
COACH de VIDA
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28/7/13

COSTUMBRES, HÁBITOS Y PARADIGMAS


 

Comprender estos tres conceptos y su inter-relación es muy importante para comprender por qué pensamos como pensamos y por qué actuamos como actuamos.

Toda cultura, sea esta familiar, grupal, regional o nacional, tiene diferentes costumbres de cómo pensar, de cómo sentir o de cómo hacer las cosas cotidianas. Por ejemplo, cómo comer, cuántas veces diarias se toma un baño, cómo jugar un determinado juego, etc, etc. Nosotros vamos asimilando estas costumbres, haciéndolas nuestras y convirtiéndolas en hábitos, es decir, que al cabo de un tiempo, hacemos esas cosas de determinada manera de una forma automática, sin pensar en ellas.

Nosotros no pensamos si bañarnos o no, si cepillarnos los dientes o no, si vestirnos para salir o no, etc. En este punto, todas estas costumbres cotidianas se han convertido en hábitos.

Hasta ahí la cosa va bien. Estos hábitos nos facilitan la vida al no tener que tomar mini decisiones constantes, cada momento y cada día de nuestra vida. Pero… y este es un gran pero, los seres humanos tenemos la mala costumbre de convertir nuestros hábitos en paradigmas. Y ahí la cosa se complica, porque… veamos qué son los paradigmas.

Un paradigma es básicamente la idea que tenemos las personas de que la manera cómo nosotros hacemos las cosas es la manera correcta de hacerlas, y que todo aquel que las haga de diferente manera, lo está haciendo mal o lo está haciendo de manera incorrecta. Usemos un ejemplo de los anteriores: En nuestra casa, todos tenían la costumbre de bañarse una vez al día, al repetir esta costumbre por varios años, se nos convierte en un hábito, y al cabo de un tiempo, más o menos largo, convertimos este hábito en un paradigma, es decir, a partir de ese momento, toda persona que se bañe menos de una vez al día, será considerado por nosotros como un cochino, es decir, una persona de poca higiene personal; Si por el contrario, encontramos una persona que tenga el hábito de bañarse dos o tres veces diarias, será considerado por nosotros como un loco maniático.

El convertir los hábitos en paradigmas trae consecuencias nefastas al inter-relacionarnos, personal o profesionalmente, con personas que vienen de culturas diferentes a la nuestra y que han asimilado diferentes paradigmas a los nuestros.

Y aquí es donde entran en juego la interpretación de algunos valores que hemos asumido en nuestras vidas. Es decir, si ponemos como ejemplo el RESPETO, este valor no se refiere solamente a no pegarle, no gritar o no insultar a otra persona, se refiere también a respetar los hábitos y paradigmas que tengan las demás personas y que difieran de los nuestros. Y esto, es más complicado y más difícil.

Así que sería de gran ayuda que estudiáramos cuales son nuestros paradigmas y que cada vez que nos oyéramos a nosotros mismos decir cosas como: “es que así es como se hace..” o “la manera correcta de hacerlo es…” nos detuviéramos por un momento y pensáramos si esa frase corresponde a un paradigma nuestro y de ser así, modificar ese paradigma o aceptar el paradigma de la otra persona como una forma “también posible” de hacer las cosas correctamente.
De esa manera, se los aseguro, se evitan más de la mitad de los conflictos personales y empresariales que nos aquejan diariamente.
Quico salazar
Coach profesional y personal
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23/7/13

MIEDOS QUE NOS ALEJAN DEL ÉXITO


 
 
Además de las creencias limitantes, otros frenos al éxito son los MIEDOS.  

Es una buena práctica conocer esos miedos e irlos venciendo a medida que avanzamos en la vida, porque si no, ellos nos vencerán a nosotros.

 MIEDO  AL  FRACASO:

No hacer algo por temor a fracasar sólo nos asegura el no obtener lo que qeríamos.

El hecho de intentar conseguir algo que queremos, al menos nos brinda la posibilidad de lograrlo, y eso, tan sólo eso, hace que valga la pena intentarlo.

MIEDO  AL  RIDÍCULO:

Es una especie de pena o vergüenza que nos paraliza o nos impide hacer algo.

'El miedo al ridículo es una actitud mental, un temor que se pierde en la

medida que uno aprende a reírse de uno mismo'.

 OTROS MIEDOS IMPORTANTES QUE NOS SEPARAN DEL ÉXITO:

MIEDO  A  NO  SER  ACEPTADO

MIEDO  A  EQUIVOCARNOS

MIEDO  ESCÉNICO

MIEDO  AL  QUÉ  DIRÁN

MIEDO  A  DISENTIR  >> TEMOR  AL  RECHAZO

MIEDO  A  LOS  CAMBIOS

MIEDO  A  PERDER  ALGO  QUE  TIENES

MIEDO  A  LO  DESCONOCIDO

MIEDO  A  LA  LIBERTAD

MIEDO  AL  ÉXITO

MIEDO  A  LA  MUERTE  >>  MIEDO  A  LA  VIDA

Vence tus miedos; ellos tal vez no desaparezcan, pero al encontrar la manera de vencerlos, no te impedirán lograr tus sueños.

Quico Salazar
Coach profesional y personal

22/7/13

COSAS DE NUESTRA CULTURA (1)



Como ustedes saben, la palabra CULTURA tiene muchos significados diferentes, pero por ahora, vamos a definirla como  “Los conjuntos de saberes, creencias y pautas de conducta de un grupo social”.

De acuerdo a esta definición y dependiendo de cuánto se amplíe ese “grupo social” uno “pertenece a…” o “es parte de…” diversas culturas, Por ejemplo, yo soy parte de la cultura de mi estado, de mi país, de Latinoamérica, de la llamada “Cultura Occidental”, etc.

Así mismo, un médico en ejercicio es parte de la cultura médica, un taxista profesional es parte de la cultura de los taxistas y un empleado público es parte de la cultura de la burocracia oficial.

Es decir, que siempre que encontramos a un grupo humano conviviendo en un lugar, o compartiendo una actividad, este grupo, inevitablemente, formará una cultura.

Ahora que hemos definido el término, hablemos del tema que nos ocupa: La cultura venezolana, formada por el mestizaje racial y cultural, tiene cosas bellísimas, la amabilidad, el humor, la gratitud, la alegría, la generosidad y la solidaridad son rasgos inequívocos del ser venezolano y estos valores deben ser preservados y alentados de generación en generación.

Pero igualmente existen otros rasgos que deben ser considerados desechables: La impuntualidad, la falta de planificación, el hablar mal de los demás, el desprecio por las leyes (eso de “se acata, pero no se cumple”), el favoritismo por “amiguismo”, la tendencia a abusar del poder, la eterna esperanza de la ganancia súbita, la estima por la “viveza criolla”, la falta de palabra y muchos otros rasgos de nuestra cultura deben ser atacados en todas las instancias de nuestro paso por la vida.

Estos rasgos deben ser erradicados si queremos ser una sociedad productiva y deben ser mal vistos en la familia, en la escuela, en el trabajo, en la vida política, etc.  Frases de conformismo, tales como: “Es que así somos, qué le vamos a hacer?” o frases que alientan la improvisación, “como vaya viniendo, vamos viendo…” no aportan nada positivo a nuestra sociedad ni al porvenir de nuestra Patria.

Tenemos la enorme responsabilidad de atacar y tratar de evitar caer en la trampa del conformismo, de la viveza y de la improvisación.

El destino de un país y su pueblo es un asunto muy serio que no se puede dejar en manos de los que improvisan y mucho menos en la de los oportunistas.

Quico Salazar                                                                                                                     
Life-Coach
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