Las creencias son las reglas de nuestra vida. Son juicios
y evaluaciones aprendidas sobre nosotros mismos, sobre los demás y sobre el
mundo.
Observamos al
mundo, enjuiciamos inconscientemente a los demás y actuamos de acuerdo a esas
creencias que están grabadas en nuestro subconsciente como “verdades absolutas”.Veamos un ejemplo: tenemos a dos personas, una de ellas piensa que los terremotos son causados por los deslizamientos de las placas tectónicas en el subsuelo, la otra piensa que son causados por la ira de Dios. Son dos ideas diferentes originadas por dos creencias distintas; ninguna de esas ideas es mejor que la otra, sólo son diferentes. Pero esas dos ideas generan reacciones distintas sobre el mismo estímulo (en este caso, un terremoto) y así actuamos normalmente en nuestro paso por la vida, reaccionando de acuerdo a nuestras creencias.
Cómo influye eso
en las relaciones personales?
Nosotros, los
seres humanos, tenemos la tendencia natural de enjuiciar a las personas con las
cuales interactuamos basándonos en una comparación subjetiva de ambos sistemas
de creencias. Un ejemplo: Cuando pensamos que alguien es inteligente lo
pensamos basados en nuestras creencias, es decir, comparamos lo que
esa persona dice (o hace) con lo que yo creo que diría (o haría) una persona
inteligente en esa situación, si no coincide con nuestra creencia, ya no nos
parece tan inteligente. En una relación interpersonal hacemos miles de estas
comparaciones y su resultado es lo que usamos para emitir nuestros juicios
acerca de las demás personas.
Y cómo influye en mi desarrollo personal?
Todos tenemos creencias con respecto a la familia, al trabajo, la
salud, la alimentación, el éxito, los sueños, etc, y esas creencias parecen
verdades absolutas en nuestra mente, pero en realidad nuestro sistema de
creencias está cambiando constantemente. Si no pudiéramos cambiar nuestras
creencias, todavía creeríamos que el ratón nos pone las monedas debajo de la
almohada a cambio de nuestros dientes.
Existen miles de creencias en nuestra mente, muchas de ellas son
potenciadoras, nos inspiran, nos llevan a la acción y muchas de ellas son
limitantes, nos traban nuestro crecimiento personal.
A mi juicio, y sólo como referencia, daré algunos ejemplos de
creencias limitantes muy arraigadas en nuestra sociedad, las cuales son transmitidas,
de generación en generación, a través de dichos, refranes, chistes, cuentos,
etc. : “Piensa mal y acertarás" (o "Desconfía y acertarás")
“Ser rico es malo”,
“Algunos nacen con estrella y otros nacemos estrellados”,
“No pienses en pajaritos preñaos”,
“La cosa no está pa´ está inventando”,
“El que vive de ilusiones, muere de desengaños”.
Así que los insto a que revisen constantemente su sistema de creencias
y cambien, lo más pronto posible, aquellas que los están limitando en su desarrollo,
las que no les están permitiendo lograr mejores resultados o que no les están
permitiendo volar hacia el logro de sus sueños.
Quico
Salazar
Coach
Profesional y Personal
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