Confieso
que hasta hace unos pocos años, yo pensaba que un Coach era más o menos lo mismo
que un entrenador deportivo. Yo hablaba del Coach de futbol, el Coach del
equipo de beisbol, pero nunca del Coach de tal o cual empresa y mucho menos del
Coach de un ejecutivo, de un político o de cualquier persona.
Pero
resulta que al igual que las herramientas gerenciales tales como Gerencia por Objetivos,
Calidad Total o Empoderamiento, el Coaching ha llegado para quedarse como una
de las herramientas más poderosas a la hora de gerenciar, de cambiar las cosas,
de plantearse metas, objetivos, y de lograrlos. No es una moda, es una
tendencia.
¿Qué es un Coach? Un Coach es
una persona capacitada para ayudar a otra persona, o a un equipo de trabajo, a
darse cuenta de las opciones, a tomar conciencia de las posibilidades que
tiene, para cambiar una situación no deseada o para lograr una meta o un
objetivo planteado. En otras palabras, el Coach facilita a las personas, o a
los equipos, a que accedan a sus propios recursos y consigan mejores
resultados. Un Coach es una persona que está al lado de su cliente
sosteniéndole la linterna y pasándole las herramientas necesarias para que éste
pueda hacer su mejor trabajo.
El
Coach no es un entrenador, no es un asesor, ni es un consultor; Un Coach no
transfiere experiencia ni conocimiento. Su actuación se limita a hacer que su cliente logre la situación deseada
utilizando sus propios recursos.
El
Coach se basa, entre otras, en estas premisas:
1- Que su cliente puede encontrar la mejor respuesta a
sus problemas.2- Que su cliente tiene un potencial mayor que lo que él mismo cree.
3- Que su cliente puede mejorar su situación y sus
resultados.
4- Que el cliente está realmente comprometido con el
logro.
5- Que su cliente se merece estar en esa situación
deseada.
El
Coaching se utiliza para mejorar los resultados que una persona obtiene con su
pareja, con su familia, con su jefe, con su equipo de trabajo, pero también con
su salud, con la oratoria, con las técnicas de venta, con las finanzas, con la
motivación, con el liderazgo, etc.
Un
Coach logra que su cliente se replantee sus valores, sus creencias limitantes y
no lo ve como esa persona que el otro le describe, lo ve como una posibilidad,
lo toma por su máxima expresión, por su potencial y no por lo que le describen
que es, ni siquiera por la descripción que el cliente da de sí mismo.
Contratar
un Coach es una buena decisión cuando queremos lograr algo fuera de nuestros
paradigmas, cuando quisiéramos lograr algo que nunca hemos podido alcanzar o
cuando queremos que ocurra algo que no esté determinado por el pasado.
Un
Coach profesional está capacitado para utilizar muchas herramientas, las cuales
irá utilizando a medida que su cliente las vaya necesitando. Se utiliza mucho
el método socrático, la Programación Neurolingüística, el feedback
constructivo, etc., y, fundamentalmente, se basa en la confianza generada entre
el Coach y su cliente.
En
los últimos diez años, la actividad del Coaching ha tomado una dimensión
inmensa, existen varias certificaciones internacionales y muchas asociaciones
que agrupan a Coaches con el fin de lograr sinergia en sus actividades
profesionales, de imponer sus códigos de ética a sus miembros y que resultan
muy útiles para los clientes potenciales al dar a conocer un listado de Coaches
con sus diversas especialidades y tendencias. Esto es muy conveniente porque es
de vital importancia escoger a un coach profesional certificado que garantice
resultados positivos.
Los
seres humanos nos merecemos vivir a plenitud, vivir vidas extraordinarias,
lograr todo aquello que nos podamos imaginar, trabajar en lo que más amamos, y
para eso debemos descubrir nuestra pasión, aquello para lo cual sentimos que
estamos en esta vida. Podemos cambiar lo que no nos gusta, no nos pongamos más excusas. No nos conformemos con lo que necesitamos, luchemos por lo
que nos merecemos.
Quico
Salazar