Una de las
confusiones más comunes y más perjudiciales a la hora de gerenciar es utilizar
como sinónimos los conceptos de COMPAÑÍA y EMPRESA.
Uno oye
decir a la gente: “yo trabajo para tal compañía” o “yo trabajo para tal
empresa”, como si fueran dos frases equivalentes, pero no lo son, y este es el
origen de muchísimos problemas de los gerentes de todas las áreas funcionales
de una empresa.
Cuál es la
diferencia? Muy sencillo, la EMPRESA es la que lleva a cabo una labor, una
acción; produce algo, distribuye algo, vende algo, presta algún servicio, etc.
La COMPAÑÍA es la Persona Jurídica que le da soporte legal a la EMPRESA. Es
decir, la Empresa no puede llevar a cabo nada sin el soporte legal que le da
una Compañía ( o una Fundación, una ONG, una Cooperativa, etc.), pues no
actuaría legalmente, no podría obtener un RIF, no podría abrir una cuenta
bancaria, no podría imprimir unas facturas legales, etc.
Pero eso es
sólo parte del problema, lo grave es que los empleados de una Compañía, al confundir
esta con la Empresa, y no ser parte de la Compañía (es decir, al no ser
accionistas), tampoco se sienten parte de la Empresa! Y aquí comienzan los
verdaderos problemas, no hay manera de comprometerlos con los objetivos de la Empresa, no
hay forma de que sientan la Visión y la Misión de la Empresa como propias.
La Compañía
les pertenece a los accionistas, ellos arriesgan un capital, si la Empresa
genera un dinero al final de su ejercicio fiscal, estos obtienen una ganancia,
si, por el contrario, genera pérdidas, los accionistas pierden dinero de la
operación.
Pero la
Empresa les pertenece a todos aquellos que llevan a cabo dicha operación. Cada
uno de ellos ES la Empresa y así se debe sentir cada una de las personas que
colabora, de una u otra manera, en la acción que se lleva a cabo.
La gran
mayoría de los Gerentes de Recursos Humanos (o de Capital Humano, como se le
dice ahora) andan dándose cabezazos tratando de lograr el tan anhelado y
necesario “sentido de pertenencia”, pero es imposible si todos estos “humanos”
no se sienten PARTE DE LA EMPRESA, si no sienten que la Empresa ES SUYA.
Incluso,
cuando estamos en el proceso de lograr esto, rompiendo más de un paradigma
(tanto de los empleados como de los empleadores), podemos ir más allá,
incluyendo en la Empresa a todos los colaboradores externos, proveedores, el
gerente del banco que aporta el crédito, los Clientes, el dueño del local, los
familiares directos de los trabajadores y un largo etcétera.
Cuando esto
se logra, todos son más felices, la gente le encuentra significado a su trabajo
y por ende, a su vida; La Empresa logra mejores resultados y como consecuencia,
todos obtienen mejores salarios y se entra en un “círculo virtuoso” que mejora
la calidad de vida de todos.
Háganlo,
rompan esos viejos paradigmas, y verán los resultados muy pronto.
Quico Salazar
Coach Gerencial y Empresarial
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